lunes, 4 de enero de 2010

Poemas nevados

Entre imaginarias ilusiones
navega un alma insignificante
paladeando emociones
más valiosas que el diamante

Gaviota mecida por el viento
que en la eternidad de un instante
expira su último aliento
en honor de una mariposa errante

No me busquen en la iglesia,
judía, musulmana o protestante,
mi espíritu es sinergia
de un soñador, un poeta y un mutante

No quiero templos, no quiero dueños,
no quiero pastores ignorantes,
no quiero sueños impuestos
vendidos por un farsante

Mi animal totémico
es una negra pantera gigante
que grita en la noche un lamento
en la dirección de una veleta oscilante

Algún día me llevará hasta el sol,
a fundir mi corazón palpitante,
allí moriré de amor...
por los sueños perdidos de un viajante...

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