jueves, 13 de septiembre de 2012

Gabriela y la magia de la literatura

Hablando con alguien muy querido el otro día me decía, - creo que debería leer más, porque esto te ayuda a expresarte mejor.
La lectura no solo ayuda a coger un mayor léxico, un mayor control sobre el lenguaje permitiendo así que expresemos con más exactitud aquello que sentimos, aquello que queremos decir. La lectura nos permite vivir miles de vidas como si fuera la nuestra, viajar a lugares remotos, vivir aventuras, acertar, equivocarnos, pagar las consecuencias de esos errores, enamorarnos,.. si uno elige bien sus lecturas en ellas tendrá condensadas miles de vivencias, miles de enseñanzas.
Ahora me encuentro en ese momento en que vas a terminar un libro que te agarró de las entrañas, que te tuvo fijo en él, emocionándote con las vivencias de sus personajes, inquieto a cada vuelta de página por saber que ocurrirá con ellos, haciéndote, con sus vivencias, recordar otras tuyas, otros momentos, otras historias, otras personas, otros errores,.. gritando en silencio a los personajes, "no hagas eso, te arrepentirás toda la vida", "corre por ella, no seas estúpido", "a la mierda el qué dirán"...
Estos días me enamoré perdidamente de Gabriela, de su olor a clavo y su piel color canela, de su sonrisa de niña, de su pureza, de su inocencia, de sus ganas de vivir, de su alegría, de su modo de bailar,..... y sufrí con Nacib, y en Nacib,... pienso que todavía estaré un tiempo viendola en mis sueños, oliendo el aroma de su cuerpo, buscando su pierna en la oscuridad.......

lunes, 10 de septiembre de 2012

Quizá.....


Sentía una opresión en el pecho, como si lo que albergaba en su interior apenas cupiese en su cavidad, y creciese a pesar de todo, amenazando con quebrar las costillas, pero lo curioso es que no había dolor, ningún dolor, miraba como espectador como mi pecho se hinchaba, la piel se estiraba, tensa, tersa, hasta que finalmente, cedió, se quebró, pero se quebró con dulzura, con delicadeza, como el caer de una hoja arrastrada por la brisa del otoño, como el fluir de la arena en el reloj, la piel se quebró y por la hendidura surgió una luz intensa, a veces me parecía de un verde fresco, vigoroso, al segundo tornaba a un azul celestial, poderoso, dejando paso a un rojo ardiente, incandescente, poco a poco la habitación entera se llenó de luz, una luz que ya no tenía color, y al mismo tiempo los tenía todos, mi cuerpo siguió manando luz, yo no podía moverme ni dejar de mirar el punto por el que la luz emergía, perdida ya la consciencia de que ese era mi cuerpo, pero al mismo tiempo sintiéndola con una intensidad desconocida. Por un momento me sentí sólido y aire, pesado y ligero, mirándo desde mis ojos y mirándome desde fuera, ya no sabía lo que era luz y lo que era carne, las fronteras habían dejado de estar claras, volaba, y al mismo tiempo no me movía, me sentía libre, de repente algo me sobresaltó y desperté, la habitación era la misma, las imágenes eran las mismas, solo que mi cuerpo estaba intacto, sin grietas, en su lugar estaba ella con sus ojos felinos mirándome mientras dormía, todo había sido un sueño, no había sido real,.... pero ahora que lo pienso, todo parece más luminoso, más brillante, quizá,.....

sábado, 1 de septiembre de 2012

Por las calles de Madrid

Camina con paso firme por las calles de Madrid, con su barba de sabio, sus melenas al viento, ese viento que dora su piel hasta dejar claras sus raíces, su parentesco con sus ancestros, con su Perú.... pasa las noches bajo un puente, envuelto en el saco que un "ángel", como el dice, le regaló, y sobre un cartón que le aísla aunque sea escasamente del frío, la humedad,... y la soledad.
Tiene una misión, su "padre" se la encomendó,

- déjalo todo, tus hijos, tu familia, tu vida, y sal al mundo a anunciar mi llegada, a reconducir a la humanidad por el camino de la fe.

Esa misión le ha llevado durante los últimos dos años a España, caminando por infinidad de ciudades, con una pequeña mochila dos mudas y dos camisas, pasando hambre, frío, sed, y alimentándose de lo que los "ángeles" del camino le puedan ir dando. Pero ya lleva demasiado tiempo, demasiado tiempo vagando, demasiado tiempo sin ver a sus hijos, demasiado tiempo esperando que su padre le libere de su misión, pero parece que su "padre" no tiene a bien liberarlo, pese a que habla con él frecuentemente y le pide que esto termine, que quiere volver a ver a sus hijos, quequiere recuperar su vida.
Siempre tiene una sonrisa que regalar a todos aquellos que se paran a hablar  con él, siempre con esa educación exquisita, siempre con esa historia melancólica, como un don Quijote del siglo XX, a medias entre el mundo real y su propio mundo.
Ojalá su padre existiera, y pudiera liberarle.......