Sinvergüenzas

Acabo de llegar de dos días de viaje por trabajo por tierras andaluzas, concretamente hoy he trabajado 16 horas y estoy reventado, en este estado de abatimiento físico me dispongo a leer un periódico comprado en la estación, no es el que suelo leer pero precisamente por eso será interesante hacerlo.
Al poco de empezar a leer me empieza a hervir la sangre con la primera noticia de política, en ella comentan como en un debate en el parlamento a propósito de la cacería del ministro de justicia en el que los dos partidos mayoritarios se pasan horas echandose mierda encima unos a otros, el susodicho ministro termina una alocución lanzando un beso a la grada y recibiendo los vítores y los gritos de !torero! por parte de sus compañeros de partido. Como borregos verduleros nuestros queridos políticos se berrean en la sede del poder popular y gastan su tiempo y nuestro dinero en discusiones estériles y de muy dudoso gusto.
Al mismo tiempo vemos como cuando les pillan a unos y a otros en flagrantes casos de prevaricacion, espionaje, abuso de poder, utilizacion fraudulente de medios públicos, etc, etc, etc, ni Dios dimite, ni Dios confiesa y todos con una desvergüenza insultante se ríen de los ciudadanos.
Así podemos ver como en plena crisis financiera, con miles de familias pasando penurias e incluso viendose empujados a la exclusión social nuestros miserables políticos se dedican a gastarse millonadas en mobiliario de oficina, en coches oficiales dignos de emperadores y en monterías a cargo del erario público.
¿cuándo se dará cuenta la población que el debate ficticio entre izquierda y derecha no existe? ¿que todos los políticos sean del color que sean lo que buscan es el beneficio propio y el poder? ¿cuando les haremos pagar sus errores como nos ocurre a los demás? ¿cuándo les haremos pagar sus robos?
En estos tiempos tan duros para mucha gente, en parte por la mala gestión de estos impresentables y ante su desvergonzada actuación solo tengo una cosa que decirles:
HIJOS DE PUTA.