viernes, 17 de septiembre de 2010

First ladies


Ayer estuve en la siempre bella estación de Atocha, majestuoso edificio en el centro de esta loca urbe, que alberga en su interior un jardín tropical, solo eso hace que merezca la pena la visita, si a eso le añadimos pasillos repletos con la exposición First Ladies de médicos sin fronteras la visita pasará de interesante a necesaria.
Pasear lento entre la gente, solo rodeado de multitud, mis ojos pasan de fotos a historias y viceversa, y mi mente vuela lejos, muy lejos, a la tierra de los atardeceres y las noches estrelladas, y veo a Enmaculate, y a Mama Deo, y al resto de mujeres de Kuria, y a Celine, a Linette,.. y al resto de jóvenes con las que compartí este Agosto.
Las historias de las mujeres de Sudán, Congo y Nepal que muestra la exposición son similares a las que allí ví, los problemas, las miserias, las cicatrices,.... los gritos ahogados de angustia, las injusticias. Cada foto que miro colma de emoción mi lagrimal, las ropas, los caminos, las ollas con su Ugali, las cabezas erguidas cargando kilos y kilos sobre sus maltratadas cervicales.... pero sobre todo, y por encima de todo los ojos, esos mismos ojos que te miran desde el dolor, desde la aceptación de una vida cargada de "challenges". No puedo dejar de pensar en Enmaculate, en su perenne sonrisa, en su infinita amabilidad,.... en su cruz, ese virus maldito que su marido borracho la contagió, en algún momento entre una paliza y una salida a buscar sexo pagado. No puedo parar de pensar en cuánto futuro podrá quedarle, y en qué condiciones podrá vivirlo, y en esos 4 hijos que podrían quedarse sin madre en una tierra donde las oportunidades escasean como el agua.
Y recuerdo a tantas mujeres heroínas que allí conocimos, a tanta "superwoman", y a tanto hombre abandonado a sus miserias interiores, vencido por las adversidades y convertido en un problema para si mismo, para su familia y para el resto de la comunidad. No logro entender porqué en todos los lugares del mundo donde la pobreza y la dificultad campan a sus anchas siempre son las mujeres las que cargan con todo el peso, y los hombres los que se convierten en peso. No puedo entender como hombre qué ocurre con mis congéneres, recuerdo que en Kuria la gente me decía "los hombres se emborrachan porque no consiguen empleo, y solo pueden liberar su frustración bebiendo"...... y yo me preguntaba, ¿y ellas?, sacan la familia adelante, cuidan de la casa, cultivan sus tierras, bajan a por agua, cocinan, limpian,... ¿ellas no se frustran?... no, sencillamente no se lo permiten, no se permiten abandonarse porque hay gente que depende de ellas. First ladies, Corageus women, heroínas de las que nadie hablará, a las que nadie premiará en este mundo plagado de injusticias.....

3 comentarios:

  1. Algo que he encontrado y que viene muy a cuento:
    http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/cronicasdesdeafrica/2010/09/17/como-mujer-que-eres.html

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  2. buena reflexión, válida también para este nuestro primer mundo

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  3. exacto, hay quien no se puede permitir el lujo de la autocompasion! un bravo por ellas!
    (otro por ti)

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