miércoles, 11 de marzo de 2009

¿Las armas nos harán libres?


Hoy de nuevo amanecemos con la noticia, (noticias en este caso) del asesinato de varias personas perpetrado por un "tarado" con delirios de grandeza a lo John Rambo.
* Asesinados dos estudiantes en un colegio de Alemania.
* Al menos diez muertos en un tiroteo en Estados Unidos.
* Un hombre hiere de varios disparos a dos personas en un centro de salud en Murcia.

Cada uno de estos casos es diferente y tiene circunstancias y motivaciones diferentes, pero todos tienen un denominador común, una persona con acceso a armamento y la mente algo desequilibrada. Hace algunos días hablaba con amigos sobre la problemática del libre acceso a las armas que se da en ciertos países, como por ejemplo E.E.U.U. Uno de ellos, favorable al libre acceso a las armas, argumentaba para justificarlo lo siguiente:
"en todos los regímenes autoritarios lo primero que se ha hecho es desarmar al pueblo para poder someterlo", esto es una manera bastante habitual de argumentar, y tiene un nombre "demagogia". Porque por esta misma regla de tres podríamos decir, la mayoría de los dictadores a lo largo de la historia llevaron trajes de color verde, por tanto si algún gobernante actual lleva un traje de color verde será por tanto un dictador.
Para mí está bastante claro que el uso de la fuerza es algo que vuelve al hombre a períodos evolutivos ya superados y nos aboca irremediablemente al salvajismo. Es por eso que en regímenes democráticos se renuncia al uso de la fuerza por parte del pueblo en favor del estado, teórico garante de los derechos y libertades de la ciudadanía. Uno puede cuestionarse si un gobierno lo está haciendo mejor o peor e intentar cambiar lo que esté mal, así como es perfectamente legítimo luchar con todas las armas que uno pueda contra un regímen totalitario, pero esa dista mucho de desear en un regímen democrático que cualquiera pueda ir por la calle con un arma en su bolsillo y usarlo en cualquier momento de enajenación permanente o transitoria.

Nota inconexa: Buceando en internet encontré un curioso nexo, (casualidad que diría Raúl). Zaratustra, personaje del libro que estoy leyendo de Nietzsche proviene de un profeta de una antigua religión originaria de Persia, el Zoroastrismo, en la actualidad aún quedan unos 100.000 seguidores de esta religión en el mundo, la mayoría en Mumbai, India. Cuando una persona parsi (así se llama en India a los seguidores de esta religión) muere, el rito que siguen es dejarla en lo que llaman torres del silencio a merced de los buitres, que desgarran la carne y dejan solo los huesos, estos se descomponen y son arrojados en un pozo. El lugar donde todo esto ocurre en Mumbai es el ....... Cerro Malabar.

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