viernes, 31 de diciembre de 2010

Bien y mal, victorias y fracasos

En fechas donde tanto se habla del amor, de las buenas intenciones, de las buenas obras, de los buenos deseos me da por pensar en ese concepto, bien, acudamos a la RAE:

(Del lat. bene, bien).

1. m. Aquello que en sí mismo tiene el complemento de la perfección en su propio género, o lo que es objeto de la voluntad, la cual ni se mueve ni puede moverse sino por el bien, sea verdadero o aprehendido falsamente como tal.



En esta sociedad competitiva en la que nos hemos criado nos han metido esta palabra por los oidos hasta la saciedad, por un lado como principio moral, diciéndonos qué es lo que está bien y qué es lo que esta mal, y por otro lado y a veces más peligroso aún exigiéndonos que si hacemos las cosas debemos hacerlas bien, incluso más, debemos ser los mejores y así poder triunfar y obtener victorias, porque de lo contrario lo haremos mal y llegarán los fracasos.
Mezquina manera de pensar esta, según la cuál, como en tantas otras cosas de esta sociedad, lo importante son exclusivamente los resultados, el alcanzar el listón que nos han/hemos impuesto, despreciando en el camino, las intenciones, la ilusión, el esfuerzo, la constancia,.... todo eso parece que no vale si no hay al final un resultado existoso, una victoria.
Pues bien, yo brindo por los fracasos, seguro que esto es obra de mi clown que trata de tomar el control, o quizá sea al revés, acumulé tantos que con ellos creé un clown,... en cualquier caso, tanto monta monta tanto, el asunto es, que me pierdo en la palabra, que reivindico como digo el fracaso, reivindico el camino por oposición a la meta, reivindico el esfuerzo, la ilusión, la entrega.... ahí es donde radica la victoria, en volcar tu ilusión y tu energía en un fin bueno, y no bueno con los valores de otros, (iglesias, familia, entorno,..) sino con los propios. Porque esta obsesión por los resultados, por las victorias, solo provoca diferencias entre unos y otros (los hábiles y los torpes, los listos y los tontos...), frustraciones (yo no valgo para esto, yo no sirvo, yo es que soy torpe) y lo que es más duro, renuncias, renuncia a un camino que me emociona pero me dicen que no es el mio, renuncia a un sueño que me colma pero me dicen que es inalcanzable, renuncia a conocer a gente que me podría llenar por el miedo al rechazo o al ridículo.
Así que para este 2011 solo pido valor, para mí y para los que quiero, valor para emprender caminos a sabiendas de que fracasarán, valor para fracasar en lo esperado y triunfar en lo experimentado, valor para que fracaso sea una palabra extinta, desterrada.... olvidada...


"El clown hace una fiesta de la vida 24 horas al día, con su tragedia, siempre, porque tiene éxito donde no quiere tener éxito. El éxito es siempre su fracaso en la vida. Es por eso que los clown viven en la república independiente del fracaso."
Eric de Bont (Director de escuela de clown)

Entrevista a Eric de Bont



2 comentarios:

  1. a mí el valor no me sobra pero el poquito que tengo ya sabes que lo comparto contigo para cuando te haga más falta. (Si hay que empujarte desde un precipicio para que puedas volar yo lo haré...)

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  2. probablemente es lo mas bonito que podrias hacer por mi :-).
    Un besazo guapisima, y disfrutemos de los vaivenes que la vida nos de este año.

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