Entre la ilusión y el escepticismo

Ayer estuve viendo el enésimo documental sobre el nuevo inquilino de la Casa Blanca, ante la investidura de hoy se ha desplegado un auténtico boom de marketing alrededor de la figura de Barack Obama. La verdad es que me sorprendió el documental, porque la vida del nuevo presidente de Estados Unidos ha sido cuando menos curiosa, hijo de un Keniata y una Hawaiana, uno negro y otra blanca, alejado de su padre biológico durante toda su vida, con una nueva relación de su madre con un hombre Indonesio que traslada la familia a Yakarta, con nuevas estancias en Hawai y aterrizando definitivamente en Estados Unidos, viviendo en diferentes ciudades y siempre implicado en tareas sociales.
No se si Obama es tan bueno como lo pintan, pero desde luego parece una buena influencia el haber conocido tan diferentes culturas y tan diferentes condiciones de vida, en un mundo como el actual, tan complejo y tan poco tolerante en ocasiones con el diferente, con las demás culturas.
Se habla de que dará un giro a la situación económica, a la política exterior de Estados Unidos (que ineludiblemente afectaría al resto del mundo), a la dirección en definitiva tomada por el mayor imperio de la actualidad.
Hay otra gente, como el subcomandante Marcos que advierte: "Obama defraudará a los que sueñan con un cambio importante en Estados Unidos".
Al mismo tiempo, hemos podido ver como ante el genocidio Israelí en la franja de Gaza el presidente electo pero aún no proclamado ha preferido lavarse las manos, puesto que "solo puede haber un presidente".
En fin, el futuro dirá, aunque quizá lo más sensato sea mantener un cierto escepticismo especiado con unas gotas de ilusión....