domingo, 6 de noviembre de 2011

Libertad

Libertad, una gran palabra, hermosa en su sonido, hermosa en su escritura, hermosa en su significado, pero difícil, una idea muy difícil, que apenas la formulas se te escurre entre los dedos, siempre la sientes presente pero siempre parece escaparse, jugando al gato y al ratón contigo, tentándote pero nunca dejándose atrapar. Todos queremos ser libres, incluso a veces pretendemos sentirnos libres,..... ¿pero realmente alguna vez lo somos? ¿lo somos en realidad?, yo no lo creo, no me siento un esclavo, ni mucho menos, tomo mis decisiones, elijo mis caminos, ..... o eso al menos creo, ¿pero es realmente cierto? ¿realmente hacemos en nuestras vidas lo que queremos? ¿vivimos las vidas que queremos vivir?...
Tras muchos años de agitación y lucha interior puedo decir que en la actualidad me siento tranquilo y en paz conmigo mismo, feliz, en muchos aspectos de mi vida, pero en el fondo siempre hay una vocecita en mi cabeza que me dice, "si, muy bien, estás mucho mejor, te acercas más, pero sigues sin ser libre, sigues viviendo cosas que no elegiste ni deseas, sigues haciendo cosas que preferirías no hacer, sigues deseando cosas que no te atreves a buscar", esa voz siempre estuvo ahí, y menos mal que lo estuvo, gracias a ella muchas cosas han cambiado, muchas cosas me han cambiado, pero falta mucho, ella lo sabe y yo también.
Este fin de semana estuve en la feria biocultura en Ifema, en Madrid, un encuentro muy pero que muy interesante, en el que conocí muchas cosas nuevas, un lugar para aprender, que incluso me regaló un par de encuentros con personas del pasado que hacía mucho tiempo que no veía.
Muchas charlas muy interesantes, mucha gente muy interesante, pero por encima de todo me ofreció la posibilidad de descubrir algo que me impactó profundamente, Lakabe, un proyecto apasionante, un sueño de libertad que algunas personas se atrevieron y se atreven a vivir. Dos personas de esa comunidad acudieron a la feria a contar su experiencia, a compartir sus vivencias, dos personas de esas que dejan una huella en ti, por la serenidad y paz que sus palabras y sus vivencias transmiten. Una experiencia inspiradora que demuestra que se puede ser libre, al menos mucho más libre de lo que la mayoría somos. Os dejo un video de Mabel, una de las mujeres que nos mostró la vivencia de Lakabe.

2 comentarios:

  1. yo no me sentiría más libre si tuviera que madrugar todos los días para ordeñar una vaca, limpiar el establo, dar de comer al conejo, sacar a las gallinas del gallinero para recoger sus excrementos... Ojo a eso de decir que se es más libre por vivir de una manera autogestionada. Precisamente mucha gente se sintió más libre cuando dejó de hacer por obligación estas tareas propias de un entorno rural para el autoabastecimiento. Si tienes huerto y animales tienes una relación de interdependencia importante y también una carga de trabajo los 365 días del año.
    Me alegro de que disfrutaras y aprendieras en la feria.

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  2. libre es el que elige, lo que elija ya es cosa suya, libre es el que va donde quiere ir y está donde desea estar, y yo cuando voy a trabajar no estoy donde deseo estar, a esa libertad me refería, no a que su opción fuera la mía, que no creo que lo sea.
    Un besote RO

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Recuerda al opinar que tu libertad termina donde empieza la del otro. Respeta y serás respetado.