Hipocresía

hipocresía:

1. f. Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.


Ayer asistí a un espectáculo muy didáctico, triste a mi parecer, pero didáctico. Me encontraba en mi casa con una terrible contractura en la espalda que me ataba al sofá en postura horizontal, ante tan patética situación solo quedaban dos opciones, dormir o ver algo desde esa postura, y me incliné por encender la televisión y ver si encontraba algún programa de viajeros que últimamente son los únicos que merecen la pena en el susodicho aparato. Haciendo zapping llegué a Telemadrid, la cadena "libertaria" que gobierna la insigne Esperanza Aguirre, en ella había un debate sobre el secuestro del Alakrana, el buque español que está retenido en Somalia por unos piratas que amenazan con asesinar a toda la tripulación si no les son devueltos dos compañeros que están detenidos en España. Al debate habían acudido como contertulios, es decir, mentes privilegiadas que saben de todo, sea cual sea el tema ellos siempre tienen alguna verdad superior que añadir al mismo, gente como Fernando Sanchez Dragó, un catedrático de ciencias políticas y periodistas de diferentes medios.
Esto sería lo habitual y probablemente no me hubiera hecho quedarme en esa cadena, pero esta vez había una novedad, estaba invitado un abogado que debe ser muy reputado en España y por tanto muy caro y que actualmente está defendiendo a uno de los piratas retenidos en España, es claro que dicho pirata no podría pagar los emolumentos de este abogado por lo que parecía bastante claro que alguna organización o persona estaba sosteniendo la causa de este "pirata", por lo que allí se decía dicha sociedad debía estar radicada en Londres, aunque eso no quedó probado.
El asunto de fondo que allí se discutía es si el gobierno debe hacer lo posible por liberar a los secuestrados, lo cual sería indefectiblemente saltarse las leyes, es decir, liberar a dos detenidos y pagar un rescate a unos secuestradores, o por el contrario, mantenerse fiel a la ley y observar finalmente como parte o la totalidad de la tripulación son asesinados.
Ante esta disyuntiva todos los insignes contertulios abogaban por salvar a los secuestrados y por supuesto cumplir la ley porque sino el estado derecho quedaría seriamente tocado, es decir, como buenos tertulianos proponían algo imposible, pero que dejaba a buen recaudo su defensa de la legalidad y su ética o moralidad frente al sufrimiento de unos compatriotas, vamos como si fueran políticos, que al fin y al cabo los periodistas suelen jugar al mismo juego que los políticos. En cambio el abogado contaba que se había ofrecido a la fiscalía para tratar de solucionar el tema aportando pequeñas trampas legales que permitirían liberar a los piratas sin saltarse la ley, y de paso salvar las vidas de los secuestrados. Este abogado yo no se si es una buena persona o no, pero si se que era el único que realmente proponía algo que salvara las vidas de esos pescadores, que lamentablemente se han convertido en peones de una partida de políticos y si tienen mala suerte en "daños colaterales".
Una tertuliana particularmente repelente dijo como última y lapidaria frase "los españoles no entenderán como al final de todo esto el gobierno se habrá saltado la ley y con ello habrá menoscabado nuestro estado de derecho".
Y uno se queda pensando ante todo esto, y creo que los españoles no entendemos las argucias de los políticos, no entendemos que todos los partidos puedan defendar una tesis, la contraria y ambas al mismo tiempo si es necesario, no entendemos que un político se deje sobornar, no entendemos que un político cambie de ideas y de partido como de camisa,... no entendemos muchas cosas, pero lo que sí entendemos es que hay 36 personas a punto de morir, y 36 familias sufriendo lo indecible, y entendemos que el gobierno que nos represanta haga lo que sea necesario para salvar a esas personas, y después que peleen lo que quieran y se tiren los trastos a la cabeza, pero creo que la vida de esas personas es de lo poco que podemos entender en este mundo de la política, lleno de mercachifles, caciques, embusteros, miserables y parásitos.