domingo, 1 de noviembre de 2009

Creación y destrucción

Hoy fui a un teatro que hacía mucho que quería conocer, la Cuarta pared, había oído hablar a varias personas de esta sala, del tipo de teatro que podía verse en ella, diferente a los teatros tradicionales, sin separación entre escenario y público, a la misma altura, convirtiendo el espectáculo en una comunicación más directa, más real. El nombre de la obra me picó la curiosidad, Eileen Shakespeare, y la obra superó todas mis espectativas, otra forma de teatro, otra sensación, y una interpretación increible, un torrente de ideas y sensaciones que te zarandean sin piedad. Sin duda volveré a esta sala. La obra encara el tema de la situación de la mujer y su relación con los hombres a lo largo de la historia, yo que me considero una persona sensible y concienciada de esa realidad nunca había experimentado la sensación de una mujer maltratada por su condición de mujer de una forma tan interna, tan profunda. Y con esa sensación uno se pregunta reiteradamente, ¿por qué? ¿por qué el hombre a lo largo de la historia ha humillado, subyugado, maltratado a la mujer en lugar de compartir y completar su propio ser a través de la comunicación entre iguales? ¿y cómo puede un hombre llegar a comprender desde su interior la sensación de injusticia que acompaña a una mujer por el solo hecho de ser eso, mujer?


De vuelta a casa veo en "la noche temática" un documental sobre la financiación de la guerrilla del Congo a través del comercio del Coltán, material vital para la construcción de teléfonos móviles. Masacres, violaciones, genocidios, .. ... sufrimiento infinito incapaz de ser concebido por mi mente financiado por la compra que todos hacemos, incluido yo. Las imágenes hielan la sangre, las historias te hunden en el sillón, aplastado por el peso del dolor y la injusticia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recuerda al opinar que tu libertad termina donde empieza la del otro. Respeta y serás respetado.