miércoles, 7 de octubre de 2009

La naturaleza del ser humano

Ayer terminé "El sueño de África", las dos últimas semanas me ha acompañado en el metro, en casa, en un restaurante,... transportándome a lo más profundo del África Negra. He podido sentir la humedad de las costas de Zanzibar, el olor concentrado de las calles de la parte vieja de Mombasa, he podido escuchar el rugido de los emperadores de la sabana,.... he viajado por paisajes de ensueño a través de varios siglos de historias, de descubrimientos, de amores, de sueños, de utopías,... y también de masacres, de genocidios, de asesinatos, de crueldades,.... todo ello realizado por el "hombre blanco" que jugando a explorador aventurero romántico no tenía ningún remilgo a la hora de asesinar y esclavizar a esos "seres inferiores" que eran los pobladores originarios del continente negro. Pero es que antes que el hombre blanco habían llegado esclavistas árabes desde tierras persas, con los mismos remilgos que tendría después el hombre blanco y antes que ellos las distintas etnias y tribus del África negra también masacraron y asesinaron a sus congéneres a lo largo de miles de años, como ejemplo los Masai que además de ser un pueblo valiente y guerrero hacía cosas como salir a los poblados de otras tribús a robar su ganado, y ya de paso exterminaba a toda la población, a los hombres para evitar la venganza, a las mujeres para no dejar testigos y a los niños porque sin padres no podrían sobrevivir.
Muchos dirán que el hombre no deja de ser un animal y por tanto actua como otros animales que para garantizar su supervivencia o su territorio matan, pero hay un pequeña diferencia, o debería haberla y es eso que llamamos razón, que cuando la usamos debería derivar en moral o ética o como queramos llamarlo, es decir, podríamos saltarnos esos instintos asesinos, podríamos dar esquinazo a Darwin y su teoría de la evolución de las especies, podríamos dar la razón a Rousseau y demostrar de verdad que el hombre es bueno por naturaleza.... pero mucho me temo que eso no es así, al menos no como especie, como conjunto,.... algunos hombres y mujeres son buenos por naturaleza, incluso maravillosos, pero como especie somos sanguinarios y crueles, la historia sirve de testigo.


Kilimanjaro, el techo de África

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