Escalando mis carencias

Sentado en el sofá,
en silencio,
con la luna por compañera
recuerdo el canto del viento........

Qué fin de semana más interesante, de nuevo contacto con el mundo de la escalada en un paraje precioso y con un tiempo excelente. Mucha gente esforzándose por mejorar sus cuerpos y sus habilidades para trepar como arañas por las paredes, me quedo embobado viendo las evolucionas lentas y seguras a lo largo de la ascensión, en algunas personas su cuerpo es poesía, sus movimientos música silenciosa. Gente cercana y agradable, buena gente.
Me sorprendo de los cambios de la vida, estoy rodeado de gente que hace unos meses no conocía, gente agradable y en algunos casos gente espectacular, gente que cumple el único requisito verdaderamente necesario para una relación de amistad, preocuparse por los demás tanto como por uno mismo. Me siento afortunado por ello, y al mismo tiempo descubro cada día que me he estado infravalorando, que no me he dejado crecer y que he pagado un alto precio por ello. !Quién pudiera controlar el tiempo!.
Cada día es una enseñanza, un aprendizaje, cada día hay una razón para sentirse afortunado.
En un rato de soledad, tan necesario de vez en cuando me encontraba apoyado en una barandilla sobre un precipicio ante una vista preciosa e inmensa al mismo tiempo, con el aullido del viento entre los árboles como música de fondo, tranquilo, sonriente,....

cada día tiene sus retos,
sus sonrisas y sus lágrimas,
cada día tiene sus premios,
si el esfuerzo anima las ánimas....

Imágen tomada de: http://www.boulderalbarracin.com