martes, 28 de mayo de 2013

Senderos de libertad

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Su vocación por los pobres le había llevado a trabajar en las favelas de Río de Janeiro, donde en 1984 vivían apiñadas 3.600.000 personas. Instalado en la parroquia de los Dolores en el corazón de Rio, se había iniciado en la Teología de la Liberación gracias a Clodovis Boff con quien subió  por primera vez a la favela 117. "Viví el momento de mayor angustia de mi vida -confesaría Gilson Pescador-. Habíamos subido después de un chaparrón a desalojar chabolas amenazadas por corrimientos de tierra. Entramos en una de ellas que estaba al borde del precipicio. Había un hombre y una mujer sumidos en la miseria más absoluta, que nos sonrieron como si nada. Entonces vi, sobre un colchón podrido, a un niño parapléjico. Todos estaban preparados para morir en aquella casa colgada de una roca. En aquel momento me rebelé contra Dios. ¿Por qué permites esto? !Si Tú existes, resuelve este problema!" Le dije:"No es posible que una familia pobre y miserable tenga que sufrir tanto". Desde las alturas de la favela, el Corcovado, la estatua de Jesucristo con los brazos abiertos, símbolo de una nación unificada sin distinción de credo, raza o clase, le pareció más fuera de lugar que nunca. Al mirar hacia abajo, el joven seminarista vio la fila de edificios lujosos al borde de la playa, rodeando la magnífica bahía de Rio de Janeiro. "La culpa no la tiene Dios, sino los hombres -pensó entonces-. El sufrimiento y la dificultad vienen de esa inmensa desigualdad que abarcaba la vista desde la altura de la favela. Las razones de tanta miseria había que buscarlas en la estructura social...."

"Senderos de Libertad". La lucha por la defensa de la selva. Javier Moro


1 comentario:

Recuerda al opinar que tu libertad termina donde empieza la del otro. Respeta y serás respetado.