lunes, 22 de abril de 2013

Palabras al viento

Quince años, Miguel,... abuelo, quince años que te fuiste, como pasa el tiempo. Hoy no se porqué pero me apeteció hablarte, en realidad tenía cosas que decir, que sacarme de dentro, y no sabía muy bien a quién decírselas, y me acordé de tí, es fácil decirle cosas a quien no está, a quien ya no puede escuchar ni responder.
Este fin de semana fue muy hermoso abuelo, pasé 3 días en Valladolid, cosa que hacía muchísimo tiempo que no ocurría, los lazos con esa ciudad cada vez son menos, pero los que son son fuertes,... y hermosos. Se casaba mi prima pequeña, Sara, ¿recuerdas?, si, es bastante joven, pero.... igual yo también empiezo a hacerme viejo. El caso es que pude ver a mucha familia, de los dos lados, y fue muy hermoso abuelo aprender compartiendo, de todos saqué lecciones, de todos aprendí cosas, lecciones sobre el amor, sobre el respeto, sobre el paso del tiempo, sobre las relaciones, sobre el dolor.... y ¿sabes abuelo? como siempre las lecciones de la vida me llevan a tener más preguntas que respuestas, pero aún así hay cosas que lucen claras en mi interior, cosas como lo orgulloso que estoy de mi familia, de los 6 (porque la abuela es parte importante del núcleo familiar), he aprendido con el tiempo a ver lo maravillosos que son todos, con virtudes y defectos, con excesos y carencias, pero maravillosos, y sobretodo soy consciente abuelo, de lo increíbles que son las 3 mujeres de esa familia, ellas son el sustento en valores de la familia, no siempre estoy de acuerdo con ellas, pero admiro profundamente lo que son y lo que me enseñan, cada momento que comparto con ellas. Tres generaciones de mujeres abuelo, y cada vez mejores, puedes sentirte orgulloso de lo que creaste.
También tengo claro abuelo, que las relaciones y los sentimientos no responden a ningún patrón, que nadie puede decirle a otro como querer, como amar, que no hay reglas para eso, pero si hay en cambio reglas para respetar, y quizá sea eso mucho más importante, pues eso es lo que nos permite convivir sin querer matarnos, quizá esa sea la lección más importante que la humanidad debería aprender, aunque no tengo mucha fe en que eso ocurra, pero al menos yo me esfuerzo cada día en aprenderla , y en aprenderla junto a la gente que comparte mi vida.
Y por último abuelo, otra cosa que tengo clara es que no todo en la vida es resultado del esfuerzo personal o de la falta de él, que a veces hay factores que se escapan a nuestro control, y que por tanto todos deberíamos tener mucho cuidado a la hora de forjar opiniones sobre los demás, porque casi siempre hay factores que desconocemos, y podemos ser terriblemente injustos y dañinos.
Y una cosa más abuelo, que estoy feliz de nacer donde nací, de vivir donde viví, de conocer a quienes conocí, y que eso no me impide querer volar a otros lugares, puede que haya gente que no entienda como conjugar esos dos sentimientos, yo mismo a veces no lo he entendido, pero hacerlo creo que es la clave que me ayuda a ser feliz.
En fin abuelo, me despido ya, me gustaría creer que me escuchas desde algún sitio, pero no es así, y a pesar de eso me apetecía hablarte, te echo de menos...
Un beso volador al país de nunca jamás

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