Un corazón lacerante
perforado con agujas imaginarias
que rasgan como garras de diamante
arrancando tristeza de las entrañas
una existencia regalada
sin más mérito que el coco en la palma
una espera más o menos prolongada
aguardando la sombra y la guadaña
lloran los cielos lágrimas tristes
en los días en que el otoño me acobarda
lloran cuál ángeles del despiste
envolviéndome rabiosos con su mortaja....
Mismos dolores, mismas ausencias,
mismas dudas que el alma arrasan
mismos temores buscando audiencia
al no ver flores en mi solapa
otra batalla en la misma guerra
nueva gota de la misma llaga
cuando el otoño llama a mi puerta
pliegan las velas de la esperanza
duermen los duendes que me susurran
historias de antiguas hadas
guardan sus capas en la penumbra
esperando a la primavera..... y su llamada.....
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