Acariciado por la ternura

Que fin de semana más bonito, más lindo. Cargado de buenos momentos, de alegría y de ternura, de sosiego y de locura. Mezclados a granel para hacer sentir la vida en cada poro de mi piel. Empecé el fin de semana con una gran dosis de ternura, de mano del circo price y la compañia XY, una auténtica delicia mezcla de acrobacia y poesía, aderezada con una preciosa música francesa, fue un buen preludio de lo que se aveceniba.
El sábado sorpresa en forma de concierto de una amiga, me encanta comprobar la transformación de una persona cuando se sube a un escenario, cuando agarra un micrófono o cuando adopta un personaje, me encanta lo que el arte puede sacar de la gente, quizá sea una de las mejores maneras de atisbar el interior de las personas.
Y terminó el domingo con Room in Rome, un canto a la ternura de Julio Medem, una delicia de sensibilidad,..... un perfecto colofón para este tierno fin de semana.
La vida ha sido siempre, al menos para mí, una especie de montaña rusa que a veces te eleva muy alto y otras te lanza a aguas tormentosas, no se que deparará el futuro, y si esta tendencia va a continuar siempre, lo máximo a lo que aspiro ahora es a disfrutar de esta buena etapa, de todas las cosas lindas que me van ocurriendo y de toda la gente estupenda que voy conociendo.
Y de la ternura, más que de ninguna otra cosa disfruto de la ternura....
Aquí os dejo una pequeña dosis