Estos días me dió por recordar, por mirar atrás, se avecinan posibles cambios que abran nuevos caminos y cierren viejas puertas, y desaparecieron algunos objetos que hacía mucho que me acompañaban y cargaban con un peso emocional importante.
Recordé mis años de infancia, alegres y felices, y cargados de cariño, cargados también de moralinas, de caminos marcados, de ideales adquiridos desde fuera... como decía Robe Iniesta:
"de pequeño me impusieron las costumbres, me educaron para hombre adinerado..."Recordé mis años de infancia, alegres y felices, y cargados de cariño, cargados también de moralinas, de caminos marcados, de ideales adquiridos desde fuera... como decía Robe Iniesta:
Por supuesto, no fue una decisión consciente de mis padres ni de mi entorno, simplemente era la marea reinante, el modelo imperante en la sociedad en la que me crié, y no había mucha posibilidad de cuestionarlo. Y así todos poco a poco nos íbamos convirtiendo en "pequeños adultos"
Pero hete aquí que pasaron los años, y cambiaron algunas cosas, la vida me cruzó con nuevas gentes que abrieron muchas ventanas en la habitación de mi espíritu, y el sol entró por ellas, con su luz y su calor, también entró la lluvia y el frío por otras, pero esas las fuimos cerrando de nuevo, y todo empezó a dar vueltas, y a girar remodelando las paredes, las ventanas y el entorno de esa habitación, hasta que la habitación ya no fue una habitación sino un parque de atracciones, con toboganes, tirolinas, puentes levadizos, arenas movedizas,.... y poco a poco yo también fui siendo otro, y otro, y otro, y muchos otros,.. todos al mismo tiempo,... y descubrí que Robe ya lo había sabido:
"..... pero ahora prefiero ser un indio, que un importante abogado"
y ahí seguimos y seguiremos, cambiando, mutando, metamorfoseando, buscando.... desaprendiendo a ser mayor y aprendiendo a ser pequeño..
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