lunes, 11 de julio de 2011

Contrastes

Fin de semana de contrastes, algunos veces tan cercanos que cuesta digerirlos. Otro curso de clown terapéutico, abordando temas apasionantes y enternecedores, por un lado pacientes adultos con ictus cerebrales y hemiplejias, terrible y hermoso al mismo tiempo. Solo eran simulaciones y ya se te encogía el alma al imaginarte a personas en esas situaciones, con esas dificultades, y al mismo tiempo te bañabas en ternura y empatía, rodeado de tus compañeros al pensar en cuidar, cobijar, mimar a personas con esas dificultades, veía en ellos a mi abuela y la emoción se colgaba en mi garganta. Descubrir el dolor de la soledad, no de la que yo siento a veces que solo son pequeños latigazos que van y vienen, sino de la soledad como presencia continua, losa incorpórea que amenaza con sepultar, esa soledad que se pega al alma y la estruja como papel mojado. Y al mismo tiempo descubrir a toda esta gente con una capacidad de amor y empatía, de ternura, de humanidad que desarma todo escepticismo. Siento como un regalo a tanta gente que estoy descubriendo, y siento como un regalo las semillas que en mi alma depositan.
Otra parte del curso, el trabajo en cárceles y campos de refugiados, apasionante y enternecedor relato de alguien que ha trabajado mucho tiempo en ambos entornos, se juntaron en mi mente los recuerdos de los maravillosos días en Kenya, del circus day, de las risas con los niños, de los ojazos de Little Etoo mirando a los míos, de esas fotos que me hizo, que nos hicimos, a la sombra del gran árbol junto a "nuestra" casa... y se juntaron con la placidez que produce escuchar a alguien con tantas vivencias, con tanto equilibrio interior, con tanta ternura, con tanta empatía....
Al salir un de los días cargado de ternura y de amor viví la otra cara del ser humano, la del orgullo, la de la vanidad, la del egoísmo, la de la soberbia, la de la violencia....
Este es el mundo en que vivimos, esto es lo que somos los humanos, yin y yang, luz y oscuridad, amor y odio,... está en nuestras sociedades y dentro de todos y cada uno de nosotros, pero no por ello ha de dominarnos, podemos elegir hacia cuál de ellos queremos tender, hacia que emociones queremos acudir y de que tipo de personas queremos rodearnos, y mi elección es clara, la ternura y el amor, el cariño, la empatía, esos son mis Ítacas.

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