viernes, 2 de julio de 2010

Mujer en la muralla

Esos ojos tras la muralla
de cartones y tristeza,
encerrada en su atalaya
presa de su enfermedad y nuestra vileza

Cada tarde su esquina guarda
inmóvil como acantilado,
que otea de lejos las barcas
de aquellos que están "al otro lado"

Esos ojos como abismos
irradian pena por todos los poros,
en los descansos de los espejismos
solo encuentran el vacío, el vacío solo

¿qué pasó con tu vida reina?
¿como acabaste tan abandonada?
habitante de la ciudad como alma en pena
que nadie mira, que nadie cuida, que nadie habla..

La mente y sus procesos
son para el ser humano un gran misterio
los caminos que nos hacen presos
ni la ciencia vence con su magisterio

Pero más allá de lo médico
está lo humano,
eso ya lo sabían los ancestros

el cariño, el abrazo y el aprecio,
nada cura mejor al hermano
que las caricias y los besos

qué mundo estamos creando
cuando dejamos de lado a los que pueden menos,
cuando solo premiamos lo chabacano
y olvidamos cuidar de los nuestros

Sus ojos son jueces y acusados
testigos, fiscales y jurado
y ella, condenada de antemano,
sin fianza, sin condicional,... sin abogado...

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