En el monte...
en silencio...
huyen los demonios
que me recorren por dentro
huyen el absurdo
y el desaliento
huye la angustia
y el desconcierto
En el monte
las gotas de lluvia acarician mi cuerpo
las dudas se esconden
y no existe el tiempo
camino despacio
en un vacío de pensamiento
son mis pies los que deciden
y no importa si yerro o acierto
Los árboles no mienten
y siempre escucha el viento...
la hierba no me exige
y yo me siento sereno
En el monte
bajo el cielo
me olvido de mi mismo
y me siento parte de esto...
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