viernes, 14 de febrero de 2014

Navegando entre opuestos

¿Cómo puede uno sentirse feliz
en un mundo tan injusto?
donde el ser humano cuál perdiz
vive huyendo de arbusto en arbusto

¿como no voy a ser feliz
despertando cada mañana
con tu sonrisa junto a mí
y tu dulce aroma en la cama?

¿como puede no destruir
tanto egoísmo en el discurso?
Tanta ignominia sin fin
tanto afán por el maldito lucro

¿como puedo evitar sonreír
pensando en la gente que me cuida y me ama?
en todos aquellos que gestáis sin fin
la tela que une mi psique y mi alma

Esta felicidad culpable
este sentimiento que en la soledad me asalta,
esta amalgama de emociones inanes
en este mundo, cuyo sentido se me escapa

Disfrutar de mi suerte
un deber inexcusable
cuidar de mi gente
tratar de sembrar un mundo más amable

Luchar y lucharme por ser coherente
cuando es fácil y cuando es desagradable
y aceptar sin remedio que en este río sin corriente
el mar está lejano y nadie garantiza que sea navegable







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